Perdón y Reconciliación

¿Qué entendemos por perdón y reconciliación?

Reconciliación viene de “re-concilio”, es decir, implica la “restauración del acuerdo”. Consiste en restablecer los vínculos que se han deteriorado entre las personas, en forma voluntaria o a raíz de un conflicto. Esto pasa por establecer los hechos que lo originaron, otorgar el perdón y lograr la reparación, curación y rehabilitación del daño ocasionado. En este sentido, surge como consecuencia de la práctica de la verdad, justicia y el perdón.

El perdón es el acto libre y voluntario de dar por pagada una culpa, que constituye el vínculo principal para la reconciliación. Tanto el perdón como la reconciliación son recursos personales para sobreponerse ante la adversidad y promover la convivencia armónica entre las personas.

¿Por qué educar para el perdón y la reconciliación?

Esta tarea es una de las metas más importantes para construir una cultura de paz en la sociedad. Las personas tenemos que aprender a enfrentar nuestros conflictos a través de recursos no violentos, y a superar las secuelas de odio, resentimiento y deseo de venganza derivados de experiencias de injusticia, violencia y marginación.

La reconciliación debe expresar la construcción de la conciencia ciudadana, de la democracia y de la reforma del Estado. Esto implica, además, un desarrollo psicológico sano, el respeto a la diversidad cultural, a las cosmovisiones religiosas y a la existencia de justicia en las relaciones humanas.. La escuela, por ser un espacio privilegiado de formación humana tiene en sus manos esta importante misión.

¿Cómo educar para el perdón y la reconciliación?

Esta tarea implica orientarlo para incorporar este valor, considerando sus particulares características de desarrollo moral.

Los estímulos y reglas deben estar siempre presentes. Sin embargo, como maestro no debe obligar a ningún niño o niña a pedir perdón o a reconciliarse pues estos valores no se imponen moralmente, sino que deben ser otorgados en forma voluntaria y libre.

Orientaciones para los que buscan educar en el perdón y la reconciliación

1. No obligues a pedir perdón ni a reconciliarse. Enséñales “palabras mágicas” para amistarse
2. Ayúdalos a comprender por qué es bueno pedir perdón; a que solucionen por sí solos sus conflictos
3. Identifica “señales éxito” para evaluar las conductas
4. Enséñales estrategias para aprender a perdonar
5. Trabaja a partir de sus emociones y experiencias. Brinda herramientas
6. Estimula la práctica autónoma del perdón y la reconciliación. estimula la empatía

¿Qué nos dice Sta. María Eufrasia sobre el perdón? Hechos de su vida...

Comprende el mensaje de las parábolas que narró Jesús a la gente y el testimonio de María Eufrasia identificando cómo puede incorporarlo en su vida.
 Parábola “El hijo pródigo” (Mt. 21,28)
 Cartas, vida y obra de SME

EL PERDÓN Y LA RECONCILIACIÓN EN MARÍA EUFRASIA

Sus testimonios:
“Cuando yo tenía trece años, yo no era piadosa, mis queridas hijas. No me gustaba ir a la confesión. Yo no sé por qué Dios permitía que mi confesor me tratara tan severamente. Todas mis tentaciones parecían pecados mortales, mis maestras me reñían con mil correcciones que yo recibía de muy mala manera... afortunadamente, mi maestra la señorita de Lignac, vio mis sufrimientos y llamándome a parte, me habló con dulzura y bondad. Me ayudó a hacer mi examen de conciencia, aclarando mis dudas y pronto se ganó mi afecto”. En otro momento ella decía sobre sus compañeras: “Mis compañeras me trataban muy mal cuando yo rechazaba la influencia de su conducta”. (Tomado de un registro autobiográfico, contado a sus hermanas en 1866).

“Hagan con los demás lo que quieran que ellos hagan con ustedes”. (Conferencias Cap. 50 (42) P. 298)

“Pido perdón a la comunidad y a la congregación por todas las ocasiones en que obré mal y por los malos ejemplos que he dado”. (De la Vida interior de SME).

…toda vuestra fortaleza está en Dios y en el perdón de las penas que tuvieron que sufrir. (P. 319 Carta 110 Tomo I)